El muralismo mexicano fue la promoción de la pintura mural alrededor de los años mil novecientos veintidós. Las pinturas tuvieron mensajes sociales y políticos con los esfuerzos para reunificar el país, después de la revolución mexicano. José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros fueron “los tres grandes.” Ellos digieran el movimiento y crearon murales en los edificios públicos.
José Clemente Orozco fue un gran parte del movimiento. Fue un muralista mexicano y pintó las pinturas realistas. José Clemente Orozco nació en el 23 de noviembre de 1883 en Zapotlán el Grande, México. Zapotlán el Grande es un ciudad pequeño en el región suroeste de Jalisco. Cuando era un niño, José y su familia movieron a la ciudad de México para una vida mas mejor. Durante la revolución mexicano, Orozco observaba las dificultades que las personas afrontaban. Mientras que caminaba a la escuela un día, Orozco miró José Guadalupe Posada, el dibujante mexicano, trabajar en un escaparate. Esto le intrigó Orozco.
Cuando tenía 15 años, tomó clases de arte en la “Academia de San Carlos.” Tan pronto como Orozco supe que quería ser un artista perdió su mano en un accidente en 1904. Para los próximos años, Orozco trabajó como un caricaturista en un periódico independiente por poco dinero. Tuvo el primero exposición solo como “La Casa de las Lágrimas,” pero todavía Orozco luchó. En 1922 Orozco empezó a crear los murales. La idea era para pintar los murales con los mensajes de la campaña en los edificios públicos.
Su trabajo fue único de los otros muralistas y único para la intensidad y el enfoque sobre el sufrimiento humano. Muchas de las escenas mostraron las vidas y luchas de los campesinos y las personas de la clase trabajadora. En años posteriores Orozco produjó mucho mas murales en los Estados Unidos y en Mexico.